05 febrero 2008

Cuaresma cinematográfica (I): EL MELODRAMA LA REDIME

&&1/2
Corea del Sur
TAE GUK GI (2004)
(THE BROTHERHOOD OF WAR)
148 minutos
Director: Kang Je-Gyu
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Clasiquísima escena de despedida materna en andén
de tren en película de guerra:
* La RESCATANDO AL SOLDADO RYAN de Corea, más que todo por la crudeza de algunas imágenes. Lee Jin-Tae (el actor Jang Dong-Kun) es un humilde lustrador de botas que vive con su hermano menor y futuro universitario Lee Jin-Seok (Won Bin) en lo que hoy es el borde de las dos Coreas. La mamá de ambos, que sostiene sola el hogar, vende fideos. Estalla la Guerra de Corea en 1950 y ambos son reclutados a la fuerza por el ejército sureño (pro-estadounidense).
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* Las películas bélicas son detestables no sólo porque las guerras son malas en sí, sino porque estéticamente resultan grises e indefendibles: el espantoso color verde oliva de los uniformes, los cascos horribles, las escenas de explosiones con aquel tierrero saltando por los aires. La superproducción THE BROTHERHOOD OF WAR comienza muy mal, con mucho maniqueísmo e ingenuidad política. El conflicto que se desencadena entre los dos hermanos también tiene motivaciones flojas: Seok acusa a su hermano mayor Tae de ser temerario, inhumano y de actuar de cara a la galería para obtener medallas y salir en la prensa. En realidad, Tae está tratando de escalar posiciones en el ejército para que le concedan el privilegio de enviar a su hermano menor de vuelta a casa.
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* Sin embargo, en la última hora de sus 148 minutos de duración, esta cosa agarra cuerpo. Y lo hace apoyándose en el gran fuerte de los coreanos: el melodrama descarado, honesto y frontal. Sin vergüenza alguna. Se precipitan entonces por lo menos tres escenas de gran valor emotivo:
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1. El asesinato de Young-Shin, la novia de Tae acusada de colaboracionismo con los rojos (ver siguiente mosaico);
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2. Tae descubre lo que cree que es el esqueleto calcinado de su hermano y los espectadores tocamos piso con lo que somos, al fin y al cabo: huesos y poco más;
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3. Los dos hermanos, separados al final en ejércitos opuestos, combaten en una metáfora de la tragedia de un país dividido ideológicamente por el triste paralelo 38 (Corea es una lección para Venezuela acerca de la incompatibilidad entre el liberalismo y el socialismo).
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El poderío eterno del montaje en la escena de la muerte de Young-Shin, novia de Tae acusada de colaboracionismo con los rojos. La sangre salpica primero el cuello de él antes de que se vea que ella está hérida. Nótese el detalle final de las manos que se separan.
Venezolanismo en la subtitulación:
Detalle de caracteres coreanos con sus hermosos circulitos:
Los chinos le echan una mano a los norcoreanos y se complica de nuevo la guerra cuando todos volvían a casa: Avioncito digital mojonero, demasiado cerca de la tierra:
Una toma con avioncitos muy similar a una muy bonita de EL IMPERIO DEL SOL de Spielberg:
Conseguida en: Metro de La Hoyada
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TV VENEZOLANA
Visita el récord nacional de LO-QUE-ESISMO:

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