Director: Steven Zaillian
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Seguramente se convertirá en un clásico de cineforos del Comando Nacional de la Resistencia en la plaza Alfredo Sadel de Las Mercedes, al igual que La fiesta del chivo o El último rey de Escocia. Una versión un pelín desinflada y rígida de la película de 1949 que dirigió Robert Roseen, que creo haber visto en algún momento de mis primeros años universitarios, aunque tampoco la recuerdo mucho y no puedo hacer una comparación. Vaya comentarista de pacotilla. En todo caso no sentí entusiasmo ni por esta All the king's men de 2006 ni por ninguno de sus intérpretes, ni siquiera por Sean Penn, últimamente un pelo estandarizado.
Los parecidos con la realidad venezolana contemporáneas son enormes. En la película hasta inauguran una especie de Barrio Adentro 4. Willie Stark (Penn), don nadie maestro de primaria de Louisiana, termina destapándose como gran orador populista y fenómeno electoral que se sujeta al mismo principio que bien aprendió Hugo Chávez: en los conteos de votos, los pobres siempre son más que los ricos.
"Tengo mis ladrones, pero ellos roban para hacer el bien", suelta nuestro Huguito de Louisiana en uno de sus discursos. "Los que están fuera del festín lo llaman 'ese hombre ('el que te conté' en traducción vernácula)", recuerda con ironía el periodista Jack Burden (Jude Law) acerca de las familias poderosas que miran con horror el ascenso del gobernador populista. Mientras alienta el odio social en las masas empobrecidas, el izquierdoso de lengua Stark va "derechizando" su vida privada con el culto a la personalidad (hasta se las da de cantante pop), excesos con prostitutas, alcoholismo (antes tomaba refresco de naranja) e intimidaciones violentas a sus enemigos políticos.
Pero la impresión que te queda al final de la película es que el director Zaillian presta más atención al drama personal de Jack Burden —que salió a buscar lana y quedó trasquilado— que a un estudio más profundo del populismo y de esas masas que sólo escuchan boquiabiertas a Stark, pero permanecen en total estado de pasividad. Típica miopía para lo social de cierto cine estadounidense.
Conseguida en: puesto de DVD de Nena y Chicho en la esquina Plaza España, cerca del elevado de las Fuerzas Armadas y el edificio del desaparecido Banco Latino.
Calidad: imagen óptima, con subtítulos opcionales en español. Traducción de calidad.
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