La asesina de los bolibombas

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MING MING (2006)

Directora: Susie Au

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"¿Qué es lo que quiero? Un momento inolvidable"

(Ming Ming)

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* Hong Kong me hace feliz. Por sus experimentos de estilización y narrativa con el cine de acción. Por ser un punto de partida para navegar y perderse por los lados del Mar de la China Meridional. Esta película se consigue por estas calles con el título de MING, LA MORTÍFERA. La protagonista Ming Ming (Zhou Xun) tiene un aire a Caridad Canelón joven. Viste siempre de negro y su arma característica es el lanzamiento con los dedos a la velocidad del rayo de pequeñas bolitas de metal; mi hermano mayor era igual cuando le disparaba a los gatos en los tejados con ligas elásticas dobles y pequeños trozos de cables en forma de "V". Infalible. Ming Ming utiliza en sus lanzamientos mortíferos, inclusive, el equivalente a nuestros chicles Bolimbomba.

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* ¡Ah! Pero resulta que lo que comienza como una película más de acción (105 minutos) con una carajita sexy que lanza bolitas de metal va derivando hacia algo mucho más equívoco, melancólico y desconcertante. Porque Zhou Xun hace un papel doble: como Ming Ming y como Naná, una chica con el cabello teñido de zanahoria que aparentemente no pinta nada en esta historia, en la que también están involucrados el imponente gladiador D (Daniel Wu) y el veloz corredor Tu (Tony Yang). Los villanos son un Hermano Gato y un Ratón. Y al final desaparecen las bolitas de metal. Y MING, LA MORTÍFERA se convierte en una colección de amores frustrados, desencuentros, cajas de Pandora que se destapan en sufrimientos, personajes ambiguos, gatos con el sexo cambiado y fugaces raticos de felicidad. Ejemplo: Naná recostando su cabecita, cansada, en la espalda de Tu.

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* El cine es experimentar sensaciones que quizás uno nunca podrá vivir. Para entender un poco más esta película tuve que verla dos veces, algo que desespera un poco cuando tienes 250 DVD en la cola, pero igual seguiría poniendo MING, LA MORTÍFERA para repasar y degustar sus pequeños detalles: una bola de fuegos artificiales que explota silenciosamente en la lejanía del cielo de Shanghai al mismo tiempo que Ming Ming estrella uno de sus perdigones dactilares en el cuerpo del enemigo; las callejuelas abigarradas e inclinadas de Hong Kong; una llegada a Shanghai en barco por vía marítima, con sus edificios históricos iluminados en tono dorado; una escena de sexo en una bañera con dos amantes que en realidad parecen estar peleando entre las ráfagas de agua; la perfección técnica en la fotografía del Hermano Gato que nada de noche en una piscina; un casco de motorizado que gira después de que Ming Ming lo arroja; donuts en un cuartucho de hotel; una banda sonora totalmente moderna y divertida que oscila entre el tecno y el tango.
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Bella, bella y rara película con una reflexión final: "El mundo es ideal para vagar de un lugar a otro". Díganmelo a mí, que escribo esto desde un cybercafé con cucarachas de La Victoria, estado Aragua, sin razón alguna para estar aquí.
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* Nota: la película del más reciente concurso que se quedó desierto era OSAMA(2003), del cineasta afgano Siddiq Barmak, que ganó el Globo de Oro como mejor cinta en lengua extranjera y que narra el drama de una niña obligada a simular que es un niño en el régimen talibán. Mañana debe estar publicada una nueva adivinanza.