Se decreta que el cielo es de color rojo

"Dicen que en el gobierno anterior el hombre era explotado por el hombre.

Pero ahora, después de la revolución, es a la inversa"

(Ralph Fiennes)

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LAND OF THE BLIND (2006)
Director: Robert Edwards
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Qué brutalidad de sátira política. Te deja en el suelo. Dictador populista represor pornófilo de derecha que se cree director de cine —cuenta con su propio montador esclavizado— y que aspira a la reelección eterna (Tom Hollander), con una primera dama tarotista (Lara Flynn Boyle), es derrocado por un guerrillero de izquierda (Donald Sutherland) que prometía democracia, pero que termina imponiendo un régimen fundamentalista ayatólico en el que se transmiten cadenas con lecturas de la Biblia, se impone la burka para las mujeres, se prohiben las revistas de teticas, las películas de acción y las corbatas, el calendario arranca desde el año cero a partir de la revolución, se cambia la luz de los semáforos para que el rojo signifique "adelante" y se decreta que el cielo es de color rojo. Pero con revolución o sin revolución, igual se transmite Friends. LAND OF THE BLIND es 100% pertinente a propósito de la actualidad venezolana y la conclusión a la que uno llega es que aquí nos ha tocado lo peor de los dos mundos.

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El comienzo es jocoso, pero a medida que avanza, LAND OF THE BLIND se va volviendo más opresiva, pesimista, aguda y demoledora. Grande, grande película. Ralph Fiennes es el "tuerto" al que alude el refrán incompleto del título: el carcelero del régimen opresor que luego apoya al golpe de Estado de izquierda y que termina volviendo a la prisión, ahora como reo: uno de los hijos tragados por la revolución. Conclusión: no existe poder benéfico y la coherencia es el antídoto para escalar en política.