Gengis Khan (¿1162?-1227): uno de los grandes tiradores de la historia, y no de flechas. Se calcula que su descendencia suma 8% de la población actual de Asia Central y Oriental.
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AOKI ÔKAMI: CHI HATE UMI TSUKIRU MADE (2007)
(Internacional: The Blue Wolf: To the Ends of the Earth and Sea)
(Buhoneril: La leyenda de los lobos azules)
Japón-Mongolia, 135 minutos
Director: Shinichiro Sawai
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* En estos días le pregunté a una amiga, en joda, si en Mongolia se hacía cine. Pues existen las ciencias ocultas: en el mercado de La Hoyada me he encontrado con LA LEYENDA DE LOS LOBOS AZULES, una coproducción mongol-japonesa sobre la vida temprana del Gengis Khan, héroe nacional de Mongolia y fundador del imperio más extenso de la historia humana. Todo esto a propósito del aniversario número 800 del nacimiento de la nación mongola, cuando el Gengis Kahn unificó a las tribus al norte de la Muralla China.
* Al parecer, la aislada Mongolia puso las locaciones y los reales, y Japón, todo el talento (director y actores). Takashi Sorimachi interpreta a Temujin, futuro Gengis Khan. Alianza cinematográfica para tirarle una puntica a los chinos, grandes víctimas del Imperio Mongol y tradicionales archienemigos nipones. En el momento cumbre de la película, la Gran Muralla China se observa en lontananza y las hordas mongolas se disponen a traspasarla.
Sosuke Ikematsu, ex niñito de El ÚLTIMO SAMURAI e intérprete del Gengis Khan adolescente. Una delicia andrógina para los antiguos griegos.
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* El problema con LA LEYENDA DE LOS LOBOS AZULES es que se centra en el período menos atractivo de la vida de Gengis Khan. El argumento es una copia más o menos fiel de las versiones que aparecen en los libros de historia: Temujin, hijo del qiyat Yesugei Baghatur y de la raptada princesa merkit Hoelun, queda huérfano de padre y sufre en carne propia las sangrientas rivalidades que desunen a la infinidad de tribus nómadas que habitan en el nororiente de Asia. De adulto, congrega a todos los clanes enemigos para constituir el Gran Imperio Mongol. Aunque antes de ello tendrá que echarse al pico a hermanos, hermanastros, aliados y amigos de sangre. Es sanguinario con quienes le traicionan y generoso con los leales. En síntesis, no es una historia demasiado atractiva. Uno quería ver cómo el Gengis Khan extendía su dominio desde el Mar Caspio al Mar Amarillo. Pero justo allí se acaba la película.
* El problema con LA LEYENDA DE LOS LOBOS AZULES es que se centra en el período menos atractivo de la vida de Gengis Khan. El argumento es una copia más o menos fiel de las versiones que aparecen en los libros de historia: Temujin, hijo del qiyat Yesugei Baghatur y de la raptada princesa merkit Hoelun, queda huérfano de padre y sufre en carne propia las sangrientas rivalidades que desunen a la infinidad de tribus nómadas que habitan en el nororiente de Asia. De adulto, congrega a todos los clanes enemigos para constituir el Gran Imperio Mongol. Aunque antes de ello tendrá que echarse al pico a hermanos, hermanastros, aliados y amigos de sangre. Es sanguinario con quienes le traicionan y generoso con los leales. En síntesis, no es una historia demasiado atractiva. Uno quería ver cómo el Gengis Khan extendía su dominio desde el Mar Caspio al Mar Amarillo. Pero justo allí se acaba la película.
* Una objeción climatológica: un factor crucial para entender las características de las tribus nómadas mongolas es la extrema dureza del clima invernal en Asia Central. Nada de eso se muestra en esta película, en la que Mongolia siempre está en un permanente y festivo verano.
* Como de costumbre, una copia muy bien producida por la gente de Mangie (o Miangie) Video.
En el mosaico de marco ocre de abajo, en la foto del extremo superior derecho, la estrella pop japonesa Ara (la de ojos claros). Interpreta a Kulan, una chica que se negó a ser cloaca sexual del macho nada menos que en la Mongolia del siglo XII.
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