13 noviembre 2007

CHICAS QUE NO PUEDEN IR AL FÚTBOL

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OFFSIDE (2006)
Irán, 87 minutos
Director: Jafar Panahi

Una de las escenas más desconsoladoras de OFFSIDE: una de las chicas retenidas por los militares en el estadio de fútbol debe cubrir su rostro con un afiche del astro y sex symbol iraní Ali Daei para ir al baño de hombres (en Irán no hay baño de damas en los estadios). Bella burka y terrorífica alienación de la indivualidad.
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* Hace unas semanas reseñamos CRIMSON GOLD, cinta de denuncia del director iraní Jafar Panahi. Del mismo realizador, conseguimos en la UCV una película posterior y extraordinaria: OFFSIDE, sobre la circunstancia de que las mujeres no pueden acudir a los estadios de fútbol en Irán. Doy crédito a mi amiga Luz Elena (libidoamill.blogspot.com) por haberme llamado la atención sobre esta cinta.
* 8 de junio de 2005. Irán derrota 1-0 a Bahrein ante 80.000 espectadores en el estadio Azadi de Teherán y clasifica al Mundial Alemania 2006. Varias chicas súper fanáticas del fútbol intentan colarse en el estadio, tratando de disimular su sexo a través de diversos artilugios. Son descubiertas por los guardias militares y custodiadas en un retén en las afueras de las gradas, a la espera de ser trasladadas al Ministerio Antivicio, donde se les castigará antes de devolverlas a sus familias.
No es un chico, sino una chica, y con esa pinta, estuvo a un milímetro de colarse dentro del estadio. La machorra actriz se llama Shayesteh Irani (qué precioso nombre) y es lo mejor de lo mejor de OFFSIDE.
Todas las chicas retenidas fuera del estadio. Y todavía falta la más osada: una que se puso un uniforme militar y se coló en el palco de oficiales.
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* El principal argumento del establishment iraní para prohibir que las mujeres asistan a los estadios es que las mujeres deben ser "protegidas" de las palabrotas y desmanes que caracterizan al comportamiento masculino en un partido de fútbol ("En el estadio puedes maldecir a todo y a todos, dices lo que quieras y nadie te molesta", advierte uno de los fanáticos que se dirige al juego).
En una conversación crucial, el personaje de la chica machorra (Shayesteh Irani) desmonta todos los argumentos que le va presentando su poco instruido y provinciano custodio militar, y deja en evidencia la condición de ciudadanas de segunda de las mujeres en Irán: "Cuando jugó Japón en Teherán, las turistas japonesas si pudieron entrar. Mi problema es ser iraní". Por supuesto, las chicas demuestran que, en cuanto a patriotismo y conocimiento de fútbol, no son en nada inferiores a los hombres.
* OFFSIDE es una tragedia en sentido absoluto, sin espacio para desahogos tranquilizadores. El objetivo por el que las chicas se acercaron al estadio es totalmente frustrado, y punto. Jafar Panahi no tiene necesidad de recurrir a música o exceso de lágrimas para generar un sentimiento de desolación total en los últimos minutos de película, cuando la locura festiva generalizada en las calles de Teherán por la clasificación al Mundial Alemania 2006 hace todavía más absurda la retención de las chicas. Apenas bastan un par de luces de bengala para constituir un símbolo poderosísimo de inconformidad y dolor.

"¡Quiero una entrada!". Además de que su ingreso al estadio será incierto, las chicas son sometidas al abuso de los revendores ilegales, que les aumentan al doble o más el precio de los boletos (no hay venta legal para chicas).
Nótese el detalle de las filigranas al borde de las franjas en la bandera de Irán. Cómo deben sufrir los niños iraníes en las manualidades previas al día de la bandera.

Poesía cinematográfica pura con unas pocas luces de bengala.
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Bello joven iraní con la camiseta del Inter:

Extrañísimo huelepega iraní con un ojo más arriba del otro:

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