MAPADO 2 (2007)
Director: Lee Sang-Hun
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Me dirigía al Metro de la Hoyada un viernes a eso de las 7:30 de la mañana y me topé con un auténtico megaclub de DVD quemaos, donde tenían una carátula con cinco abuelas de rasgos asiáticos y trajes sintéticos negros ajustaditos tipo superhéroe. La cosa se titulaba en español EL REGRESO A LA ISLA DEL PODER y por supuesto la compré, seguramente empujado por algún oscuro resorte de perversión.
Ya en el aparatico de DVD, me percaté de que era la segunda parte de una película surcoreana previa, que no he visto (MAPADO, del año 2005). EL REGRESO A LA ISLA DEL PODER es una comedia de masas bastante chaborra, con chistes sexuales tipo Jaimito y de fluidos corporales. No se la recomendaría a mi amiga erudita en cine asiático, Juniper Girl, aunque para un occidental esta vaina es una curiosidad antropológica muy divertida.
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Na Chung-Su (el comediante Lee Mun-Shik) es un detective privado sumamente lamentable a quien un agonizante magnate de Seúl le encarga conseguir a un viejo romance de la adolescencia, Kot Nim, en una isla denominada Dongbek (o Mapado). El potentado desea dejar su herencia al único amor verdadero de su vida.
Chung-Su, acompañado de un joven y atractivo escritor, Gi-Young (Lee Kuy-Han), incursiona a la isla, donde conoce a cinco viejas coreanas que viven en una especie de matriarcado autosuficiente. Ellas cultivan sus propios alimentos y su principal diversión es ver telenovelas coreanas (creo que aquí en Venezuela las han pasado en VTV y La Tele). El detective deberá descubrir cuál de las cinco viejas es Kot Nim.
En la imagen de abajo, una de las cinco viejas reacciona con desconcierto cuando el capitán-buhonero del ferry de Dongbek lleva una cargamento de moderna ropa interior femenina comprada en la ciudad:
El matriarcado de estas cinco viejas (que se dedicarán a esclavizar al pobre Chung-Su y a mimar al hermoso y sensible Gi-Young) tiene un basamento en una curiosidad real de Corea del Sur. Existe una isla llamada Chejú en la que, por causas que desconozco, se presenta una proporción mucho mayor de mujeres que de hombres. Es la única región de Corea en la que las mujeres poseen la más elevada jerarquía social, pues el resto del país suele ser profundamente patriarcal.
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Otro elemento típico de la cultura coreana que se muestra en EL REGRESO A LA ISLA DEL PODER son las tumbas en forma de montículos en las laderas de las montañas.
La peli dura 1 hora y 51 minutos y la calidad de imagen es excelente, con buenos subtítulos en español. La ilustración de la carátula que tanto me llamó la atención es únicamente promocional, pues en ningún momento las viejas se ponen negros trajes de Spandex.
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Una escena divertida: dos viejas le están dando masajes en la espalda al chamo Gi-Young y en un descuido le bajan el interior para disfrutar de la visión de sus nalgas ("son tan blancas como un claro de luna", exclaman con regocijo).
En otra secuencia de EL REGRESO A LA ISLA DEL PODER, las cinco viejas recrean de manera idealizada sus historias de amor de la juventud, cuando todas (según sus testimonios) estaban más buenas que comer con los dedos. Creo que la protagonista joven de estos segmentos es siempre la misma actriz, a la que muestro en las fotos de abajo. Si no me equivoco, aparece en otra película coreana que he reseñado este año, aunque estoy en un cybercafé muy pupú y me da flojera ponerme a buscar en mi propio blog:
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1 comentario:
jajajaja
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