20 agosto 2007

Conoce Filipinas... o matamos a tu familia

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CAVITE (2005)
Directores: Ian Gamazon y Neill de la Llana
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* Viajando con Maltín Polar. ¿Recuerdan esas cuñas institucionales de TV? Así me tienen los buhoneros de la avenida Fuerzas Armadas. Filipinas es un país que siempre me ha llamado la atención, y del que no sé casi nada. Pues hay una película filipina circulando por estos calles, y además es un peliculón: CAVITE. Una especie de PHONE BOOTH del Extremo Oriente que funciona tanto como thriller como denuncia social y del fascismo terrorista. Y dura sólo 80 minutos, con cámara en mano y edición intencionalmente rústica.
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* ¿Y cómo es Filipinas? Por lo que se ve en CAVITE, una mezcla de México DF con Ciudad Bolívar con Santa Cruz de la Sierra con Morón. No somos tan distintos.
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* Adam (Ian Gamazon, uno de los dos directores) es un chamo filipino de clase media que trabaja en la seguridad privada en San Diego, Estados Unidos. Se fue de su país buscando mejores condiciones de vida (obviamente). Regresa a Filipinas a visitar a su mamá y a su hermana. Saliendo del aeropuerto Aquino de Manila, descubre un celular ajeno sonando dentro de su equipaje. A través del celular, se entera de que su familia ha sido secuestrada por terroristas musulmanes que luchan por la independencia de la isla de Mindanao.
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* Antes de obligar a Adam a entregarles todos sus ahorros y a poner una bomba en una iglesia católica, el joven emigrante (siempre a través del teléfono; los secuestradores nunca aparecen ante las cámaras) es forzado por los terroristas a hacer una peculiar gira turística por su propio país. Adam estaba acostumbrado a ir del aeropuerto a su casa en Manila, pero esta vez pateará un sinfín de suburbios más o menos pobres: Binakayan, Cavite, Primerang, Pumol, Imus. "Conoce tu país", le repite una y otra vez el terrorista por teléfono. Le reclaman por no hablar bien el tagalo (extraño dialecto filipino con algunas palabras en español). "¿Ves a esos niños que te persiguen para pedirte una moneda? La mitad de ellos venderá sus penes, sus vaginas y sus traseros". Le obligan a comer Bolut, una especie de huevo crudo con el pájaro a punto de nacer; a tomar refresco Pepsi en bolsita; a ver peleas de gallos.
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* Y lo que aterra en CAVITE es que la pobreza que se muestra es aterradora, pero también lo es el fascismo nacionalista de los terroristas que someten a Adam. La sensación de pesimismo de esta película te abruma. Sobre todo cuando en la Venezuela contemporánea hemos presenciado también reacciones chauvinistas contra extranjeros, hijos de extranjeros o venezolanos que se han marchado del país, así como una exacerbación exagerada de lo folclórico y lo patriótico.
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* Para terminar: la banda sonora es fabulosa, no en el sentido "bonito", sino de su uso en función del thriller. Rap filipino, ska filipino y una percusión martillante con palitos, todo combinado con el stress de los repiques telefónicos.
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En Filipinas te venden la Pepsi en bolsitas para reciclar las botellas

1 comentario:

Anónimo dijo...

Préssssssssstamelaaaaaaaaaaa para verla =D!!