19 abril 2007

AZUMI (2003) - Ryuhei Kitamura


Japón, en un período histórico perteneciente exclusivamente a la fantasía. El maestro Gessai ha perdido a su hijo en una de tantas guerras intestinas que asolan el territorio nipón. Reclutando a 10 huérfanos —9 varoncitos y una hembrita—, Gessai integra un escuadrón de sicarios adolescentes cuya misión es exterminar a los grandes señores de la guerra y preservar la paz en Japón. De entrada, una de mis escenas favoritas de la película: el maestro Gessai llama a sus 10 guerreros en la pubertad y les dice: "Formen parejas". Ingenuamente, como los pitufos aglomerados alrededor de la Pitufina, casi todos los varoncitos tratan de hacer dúo con Azumi, bellísima y además la mejor combatiente de los 10. Pero luego Gessai les ordena: "Maten a sus compañeros. Para la misión que van a emprender, necesito a seres inhumanos que sean capaz de asesinar a sus hermanos". El equivalente a la graduación del colegio. Los cinco sobrevivientes de los dolorosos combates fratricidas: Azumi, Hyuga, Amagi, Ukiha y Nagara.
Me imagino que no estoy haciendo un gran descubrimiento con AZUMI, que es del año 2003. La conseguí este miércoles 18 de abril en un pequeño local que está al lado del Locatel ubicado en un pasaje que va de la Francisco Solano al boulevard de Sabana Grande. Estoy empepado con el cine asiático, en gran medida gracias a una nueva amiga a quien apodan Juniper Girl. Me imagino que hasta mi sobrinita debe haber visto ya a AZUMI.
Éste es el tipo de película ante la que los críticos convencionales dicen: "Los personajes carecen de profundidad". Probablemente es cierto. AZUMI es lo que los gringos llaman un candy-eye, es decir, un caramelo visual. Como en mi caso ya estoy grandecito y no como caramelos, además sufro de acidez estomacal, entonces debería decir que AZUMI me cayó en los ojos como una buena jarra de agua fría en su justo punto de temperatura. Pienso que las películas que colocan mucho más énfasis en la belleza visual que en la "profundidad" también son importantes; cuando yo era niño e inventaba capítulos de imaginarias series de televisión con mis carritos Matchbox y mis naves espaciales de Lego, supongo que tampoco eran historias profundas. Ahora, ¿quién determina el valor de una propuesta casi exclusivamente visual? Es una buena pregunta. En mi opinión, AZUMI es un producto de una belleza superlativa.
Bijomaru, un convicto afeminado que siempre viste de blanco y lleva una rosa en la mano, me pareció un villano fenomenal (me hubiera gustado un final suyo más trabajado). Quizás a AZUMI le falta más desarrollo en su etapa de desenlace. Pero la película dura casi 2 horas y media y uno no las siente. Desde ya, anuncio que saldré corriendo a buscar AZUMI 2.
xx
No se puede entender a AZUMI sin esa cultura de la "muñequita" o la lolita cándida tan propia de Japón. Hace unos meses me tocó hacer un reportaje sobre Saaya Irie, una modelo japonesa de 12 años que se volvió un fenómeno nacional e internacional gracias a una talla de sostén desproporcionada para su edad. Llámelo agudo sentido de pedofilia, llámelo infatuación, idealización, estilización, sublimación, convertir a niñas en objetos sexuales, etc. El hecho es que creo que todos los hombres nos enamoramos cuando niños de alguna muñequita de ojos tristes de una comiquita japonesa. Aya Ueto, que tenía 18 años cuando se rodó la película, es la intérprete de Azumi, la guerrerita que se pregunta porqué las estrellas no se ven de día, y al mismo tiempo rebana todos los pescuezos que le pongan enfrente. En la película sufre dos pérdidas de la inocencia: cuando mata a Nachi, el más fuerte de los huérfanos y quizá su pareja natural, por la fatídica orden de Gessai; y cuando sufre un intento de violación. Parece haber cierta insinuación de una orientación lésbica, sobre todo luego de la violación frustrada, aunque esto es una especulación muy forzada del redactor. Más bien es una heroína asexuada, pero hay que ver lo que despierta en los viejos verdes que la observan. Cómo les reseca la garganta la visión de esta carricita tan de porcelana. "Le cuelga la lengua, babea", como dice una canción de Aterciopelados sobre los babosos.
Un pequeño grupo ambulante de artistas circenses cumple la función de mostrar la posibilidad de una vida distinta. "La violencia sólo atrae más violencia", le recuerda una trapecista a Azumi, a quien conmina a abandonar la espada. Es muy conmovedora la escena en la que Azumi juega por una noche a ser una mujercita tradicional que se pinta los labios y se viste de rosadito.

3 comentarios:

Juniper Girl dijo...

Cierto, tienes que ver azumi 2! jejeje

Juniper Girl dijo...

yo vi esa película un 31 de diciembre por cierto :S

Anónimo dijo...

waoo!!! q impresionante tu manera de calificar a las personas pero aya ueto no es solo eso simplemente va mas alla de las palabras su belleza, su ternura no tine comparacion pero no solo es q tenga un rostro bonito
hay q mirar mas alla de lo material pues y si aya ueto tiene ambas cosas pues es un angel en realidad
yo solo trato de decirle q me gusta q su sonrisa es la mas hermosa del mundo , que su mirada es tan penetrante q mi corazon es el blanco perfecto pero noo solo es eso cuando una persona se enamor5a hay algo dentro de si misma q sale simplemente sincerandose con la otra persona
aya ueto te amoooo!!!
y hay cosas q van mucho mas alla de eso.