15 enero 2007

DIE WEISSE MASSAI (2005) - Hermine Huntgeburth


Las películas pesimistas no son la mayoría. Las películas que invitan a la tertulia luego de salir de la sala tampoco son la mayoría. DER WEISSE MASSAI es una película radical-feminista, eurocentrista y no del todo resuelta, pero al mismo tiempo es francamente pesimista e invita a la tertulia. Carola (Nina Hoss) es una atractiva rubia suiza a la que le podríamos calcular entre 28 y 32 años de edad. Está de vacaciones en Kenia con un noviecito mariguanero y bastante gafo. Carola se enamora a primerísima vista de Lemalian (Jacky Ido), miembro del grupo étnico Masai, que según aprendimos en las revisticas Geomundo, es uno de los pueblos ganaderos más altivos de África. No es muy difícil entender a Carola: Lemalian, con su larga melena trenzada y roja, es uno de los hombres negros más apuestos y de mayor garbo que usted haya visto en una pantalla de cine. Contra viento y marea, Carola deja toda su civililización atrás y emprende de manera irreversible un derrotero que parece sumamente irracional: ha decidido que Lemalian es el hombre de su vida y se va detrás de él a sus tierras de pastoreo. Mientras veía la película pensaba en una canción de Coldplay con un verso que dice: "Nobody said it was easy". Carola sabe que no será fácil. Está consciente de que su aventura tiene grandes probabilidades de fracasar, pero aun así, no arruga. Es optimista, apasionada y valiente. No le teme a los bichos, al calorón ni al hecho de que Lemalian, en términos sexuales, sea una maquinaria perfecta que carece de manual de instrucciones. Por momentos parece que será posible la historia de amor entre el orgulloso Masai y la rubia suiza, pero los abismos culturales se imponen.

Tengo la teoría de que lo que hace imposible la relación entre Lemalian y Carola es la circunstancia de que ella decida seguir siendo una mujer independiente en lo económico. Aunque te metas 50 cassettes de apertura mental, si hay algo que siempre nos descoloca a los hombres de todas las tribus es una mujer económicamente independiente. Lemalian se ha formado dentro de una cultura (machista para nuestros parámetros) en la que el hombre se asume como único proveedor del sustento alimentario para el grupo familiar. Cuando Carola hace dinero por su propia cuenta, y comercia y consume una alimentación diversificada, distinta a la que le provee Lemalian, se germina la semilla de la catástrofe. ¿Hubieran sido felices Carola y Lemalian al radicarse en un contexto rancho-urbano como el de Nairobi, donde él está mucho menos supeditado a las tradiciones de su entorno pastoril? Probablemente no, pues tarde o temprano él se habría convertido en mantenido de ella, algo inaceptable para su orgullo. Una amiga me hizo una acotación bien interesante: Lemalian es un guerrero sin guerra. Los Masai, reducidos hoy a un territorio geográfico muy pequeño, cada vez tienen menos glorias para contar, y esto forma parte del caldo de cultivo del desastre.

DER WEISSE MASSAI fue dirigida por una directora alemana, Hermine Huntgeburth, probablemente lesbiana, según intuyo al ver sus fotos en Google. Su película es etnocentrista, aunque me pregunto qué occidental podría no serlo en África. Huntgeburth asume una postura muy crítica, por ejemplo, ante la tradición de la ablación entre los Masai (la reacción de Carola resulta algo desmesurada e infantil), y siento que en ningún momento se introduce un alegato que introduzca un mínimo de equilibrio e intente explicar desde algún punto de vista (¿higiénico? ¿sexual?) esta tradición cultural tan chocante. También siento que hay una tendencia a que Lemalian aparezca reflejado como el intolerante, y Carola como la víctima. No entiendo muy bien por qué Lemalian aparece con barba de tres días en algunas escenas en las que se constata su decadencia moral, cuando me da la impresión de que es un pueblo lampiño.

1 comentario:

Anónimo dijo...

es una historia realmente lina y me conmovio mucho.