27 noviembre 2006

ENTRE CARAJITOS



Había una canción del grupo valenciano de ska Mata Rica titulada "Jibarito", que trataba sobre peleas de malandritos en la calle. El sábado 25 de noviembre en la mañana me puse a ver Globovisión y VTV, que cubrían el acto de cierre de Manuel Rosales en Caracas, y me acordé mucho de la canción "Jibarito". En Globovisión, tocaba un grupo que cantaba sobre las playas de Cuyagua y una bailarina meneaba las nalgas. Luego rezaron un Padrenuestro y de inmediato pusieron un reggaetón (vaya combinación). Había cámaras montadas en grúas al más puro estilo saudita-VTV. Diana Carolina Ruiz hacía entrevistas entre los marchantes y decía cosas como estas: "Señora, usted es de Vargas, yo pensaba que en Vargas mandaba el oficialismo". Luego pasaban imágenes de la concentración acompañadas por música de estudio (!!!!) de Reynaldo Armas, Maracaibo 15 y etcétera (creo que sólo faltó el pavoso de Ilan Chester). Dividieron la pantalla en dos y pusieron las palabras "realidad" y "ficción" (esta última con la señal de VTV). Cosas de Alberto Federico Ravell. Ese es su estilacho, aunque hay cosas que uno creía que no volvería a ver luego de lo que pasó en este país en 2002 y 2003.

Ahora vamos con VTV. Se fueron a Plaza Venezuela, bien, pero bien lejos del punto final en Las Mercedes, y enfocaban a unos cuantos bolsones de caminantes escuálidos (por el número, no por la filiación política). La reportera de VTV decía cosas como estas: "Las imágenes hablan por sí solas, queridos espectadores". "Están usando la canción de Calle 13, a pesar de que este grupo los ha amenazado con una demanda". "Las consignas son las mismas que usaban en abril de 2002". Tal como les dije: estamos entre carajitos. Jibarito TV. La televisión digna de Popy en plena campaña electoral. Vamos a ver quién tiene el pipicito más grande. Mientras tanto, una cosa llamada ética volando por ahí, como un ánima en pena invisible. Mientras tanto, nadie en nuestros inefables canales de TV dice que, por más gente que vaya a una marcha de azules, de tricolores o de rojo-rojitos (tremendo slogan, Rafael Ramírez, el jingle del año), siempre será un porcentaje ínfimo de lo que se necesita para ganar unas elecciones. Nadie habla de acuerdos de convivencia mínima entre los que ganen y los que pierdan el 3-D. Por eso tengo taaaaaantas ganas de votar el domingo. Siento tanto deseo como si fuera a hacer el amor con Gaby Espino encima de la captahuellas.

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