07 febrero 2007

HOUSE OF D (2004) - David Duchovny





¿Qué es de la vida de los chicos X-Files? Gillian Anderson se toma un café en THE LAST KING OF SCOTLAND, y de Dave Duchovny vimos su ópera prima el martes 6 de febrero de 2007 a las 9:35 de la noche en la sala 8 del Cines Unidos Trinitarias, con una asistencia de unos seis espectadores, durante un viaje de trabajo a Barquisimeto. No tengo ni idea de si esta película de 2004 se estrenó o se estrenará en cines de Caracas. Lo dudo.
Tom Warshaw (Duchovny) es un dibujante residenciado en París que, el día del cumpleaños de su hijo, hace un largo ejercicio mnemotécnico acerca de su infancia en el Greenwich Village de Nueva York a principios de los años setenta, específicamente en 1973. En el cine pasaban THE TEXAS CHAINSAW MASSACRE y Mel Stottlemyre era el lanzador estelar de los Yankees de Nueva York, poco antes de retirarse por una lesión.
Anton Yelchin, un joven actor de origen ruso nacido en 1989, se la come como el Duchovny adolescente. Es un muchacho realmente precioso, el príncipe de bachillerato con el que toda chica quisiera sentir reventada su virginidad. Al ver esta película uno tiene la sensación de que será un futuro Tom Cruise o Hugh Grant, aunque observé algunas fotos posteriores de Yelchin y parece que el paso a la adultez no fue demasiado benévolo físicamente con él. Su mejor amigo en la trama es un bedel cuarentón y retardado mental, Pappass: Robin Williams ya hizo el papel opuesto, un niño con cuerpo de adulto, en JACK de Francis Ford Coppola.
Lo que más funciona en HOUSE OF D es la reconstrucción puntual (¿autobiográfica?) de un período de los años setenta. Hay una relación madre-hijo bastante realista y poco idealizada a partir del personaje que interpreta Tea Leoni. Una fábula ingeniosa a partir de una interna (Erykah Badu) de un retén femenino que utiliza un espejito para relacionarse con la realidad exterior. Una pequeña apología de la eutanasia. Un Yelchin irresistible para el baile de fin de curso con zapatos blancos, cinturón de flecos de cuero y pantalones de campana naranja, color que estaba muy de moda. El propio Menudo.
Me pregunto porqué los redactores de los subtítulos en español son tan pacatos. En HOUSE OF D hacen un juego de palabras con las palabras "happiness" y "pennis" en la clase de una profesora de francés, y también con "focus", "fuck ass" y un gesto obsceno con los dedos. Todo eso se pierde en la traducción.
También hay una muy buena toma de contrapicado con un Yelchin que llora frente al retén femenino; las lágrimas caen y empañan el lente de la cámara. Una chiquilla flaquita muy sensual, Melissa (Zelda Williams). Y una frase de Erykah Badú que me dio en la madre: "A las chicas les gustan los chicos que bailan".
HOUSE OF D hubiera quedado bastante bien si terminara allí, incluso con los excesos lacrimógenos de algunas escenas que envuelven a Robin Williams. El problema es que Duchovny no supo rematarla, ¿0 será que yo tenía mucho sueño? Muchas veces me pasa eso con las películas que empiezan después de las 9:00 de la noche. Pero en este caso creo que puedo ser objetivo: los 10 minutos finales son una bazofia interminable. Cuando aparece Robin Williams con un maquillaje mal hecho de anciano y el cabello pintado con tiza, significa que se ha producido una degeneración cinematografica. Una lástima. Duchovny debió haberse extirpado a sí mismo de su película y limitarse a dirigir.

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