07 julio 2007

EL SEÑOR TENEBROSO NUNCA DESCANSA

HARRY POTTER AND THE ORDER OF THE PHOENIX (2007)
Director: David Yates
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Como la GOBLET OF FIRE de Mike Newell, una adaptación bastante competente, aunque mi favorita sigue siendo la PRISONER OF AZKABAN de Alfonso Cuarón. El comienzo es quizás el más poderoso y sintético de toda la saga, con un vibrante uso de elementos de la naturaleza a gran escala. El debutante David Yates se luce con un homenaje de escobas a Londres que hace recordar el de Superman a Nueva York; uno siente la devoción del director para reivindicar a esta ciudad tan cool. Hay otro posible homenaje a KING KONG con el personaje de Hermione.
Pero hacia la mitad de la película, siento que la atención dramática decae burda. J.K. Rowling es una coñita de su madre. A medida que los libros se hacen más gordos (896 páginas en el caso de la Orden del Fénix), las adaptaciones se hacen más jodidas. Y el que se leyó el libro empieza a extrañar vainas: el personaje de Mundungus, que hubiera sido un éxito en Venezuela sólo por su nombre; aquella clase magistral del maravilloso personaje literario del centauro Firenze (los centauros son unos de los damnificados de esta película); las referencias a la importancia de la prensa independiente aunque a veces se le acuse de amarillista.
O te agarra el chingo o el sin nariz, dice un refrán venezolano. A Harry Potter le agarra el segundo. Lo comprobarán cuando vean la cara del Señor Tenebroso Innombrable.
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La carajita que hace el papel de Luna Lovegood (Evanna Lynch) me encantó. Irlandesita tenía que ser. Su gestualidad me hizo recordar mucho a Patricia Schwarzgruber. Claro, más jovencita. A Dolores Umbridge le faltó como más maldad y realce. Recuérdese que es la personificación del sadismo y del control del Estado sobre los ciudadanos.
Vi la película en una función de prensa en el nicherío de El Recreo y al lado tenía un reportero de RCTV que empezó a hacer acertadas comparaciones con Venezuela, que yo ya había sentido al leer el libro. El diario pro-oficialista El profeta no es otro que nuestro VEA. "Aquí hace falta un Jon Goicoechea", le escuché decir en un momento en que los estudiantes estaban abrumados por la inquisición de la profesora Umbridge. También hay estudiantes oficialistas jalabolas al estilo Libertad Velasco.
Más frases para estremecerse:
"El Señor Tenebroso nunca descansa" (el profesor Snape a Harry). Chávez tampoco, y por eso nunca lo joden.
"Tenemos algo que Voldemort no tiene": Harry Potter en la última escena de la película, con los estudiantes caminando detrás de él en cambote, con las mismas caras de fortalecimiento de los estudiantes venezolanos pro-derechos civiles.
Lo diré hasta que me canse: Alan Rickman (Snape) es la gran selección de casting de esta saga.
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Fantasía.
Más o menos a partir de las escenas de las vacaciones navideñas empecé a tener una fantasía recurrente: invito a Emma Watson a Venezuela y la llevo a Playa Caribe, en Margarita, luego de dar la vuelta por la carretera en la punta de Manzanillo. El traje de baño de ella puede ser negro, blanco, celeste, de tigre. Y no me importa que me digan sádico porque en abril del año que viene cumple los 18.

2 comentarios:

Unknown dijo...

La comparacion de Harry Potter con Yon Goicoechea es quizas una de las cosas mas estupidas que yo haya leido alguna vez (lo leí en la reseña de Harry Potter que hizo el semanario CCS).

Y si la reacción contra las medidas del estado es compararlo con personajes villanos de peliculas, entonces me siento 1) Tranquilo por la revolución 2) preocupado por la calidad de la oposición.

Anónimo dijo...

Me gustó mucho esta reseña y coincido con Alexis en que es la mejor secuencia inicial de la saga hasta ahora. También cierto lo de Evana Lynch (Luna Lovegood); en un site leí algo revelador: que la señorita Lynch hubiese sido una actriz ideal para Robert Altman. Lástima que este emparejamiento sólo quedará como un sueño no cumplido.